Dice Judith Corachán que Embrunman «no deja indiferente a nadie». Quizá por eso, este mítico triatlón de larga distancia celebrado en plenos Alpes franceses, se ha ganado el reconocimiento y respeto del que goza hoy en día.
«Es de esas carreras que hay que vivirlas. Superación, resistencia, agallas, cabeza, valor… muchos adjetivos y sinónimos para describirla», explica la triatleta catalana.
Si estás buscando un reto, puede que Embrunman, celebrado la segunda semana de agosto de cada año, sea el tuyo.
Uno de los triatlones más duros del mundo
En 2012, el diario Le Dauphiné libéré, calificó la prueba como «el triatlón más duro del mundo»; un título que mantiene en la actualidad. De hecho no es raro teclear en Google «triatlones más duros del mundo» y que Embrunman aparezca en casi todas las listas.
Repasamos los casi 40 años de historia de uno de los «monumentos» del triatlón de larga distancia.
Los inicios de Embrunman
Tenemos que remontarnos hasta 1984 para revivir la primera edición de Embrunman. Por aquel entonces, un 19 de agosto, se llevó a cabo la primera edición sobre un formato sprint compuesto de 750 m de natación, 30 km en bicicleta y 10 km de carrera.
Aquella primera edición ya contó con la famosa y empinada subida a la Cote de Chalvet. La ascensión, presente todavía en la parte final del recorrido ciclista, es conocida como «La Bestia».
En 1985, el evento ya acogió el Campeonato de Triatlón de Francia. El circuito se adaptó a 1.500 m de natación, 70 km en bicicleta y 21 km de carrera en un duro recorrido. Aquella segunda edición ya reunió a 280 triatletas y más de 20.000 espectadores.
La llegada de la larga distancia
Tres ediciones bastaron para Embrunman pasara de un sprint a un larga distancia. En 1986 la prueba se disputó bajo 4 km de natación, 131.5 km en bicicleta y 42.2 km de carrera.
En 1985 las distancias aumentaron a 5 km nadando, 180 km en bicicleta y 42.2 km de carrera y se introdujo aumento de desnivel de 2600 metros en el circuito ciclista y de 400 metros en la maratón.
Durante años, la popularidad del evento fue aumentando y cada edición reunía a más triatletas. En 1989, la distancia de la natación se redujo a 3800 metros para cumplir con las especificaciones de la Federación Francesa de Triatlón. Una nueva modificación en 1990 introdujo la subida al Col d’Izoard en el segmento ciclista que pasaba a 186 km y 3600 metros de desnivel positivo.
Regreso de la distancia olímpica
En 1988 se recuperó la distancia olímpica (también conocida como triatlón M), con 1,5 km de natación, 43,5 km en bicicleta y 10 km de carrera. En 1991, esta modalidad acogió, por primera vez, una prueba de la Copa de Mundo de Triatlón. La victoria fue para Melissa Mantak y Mark Allen. Dos españoles, Paco Godoy y Catherine Davies, tomaron la salida aquel día.
En los años siguientes, la modalidad corta de Embrunman acogió tres ediciones más de la Copa del Mundo (1992, 1993 y 1997) por las que pasaron nombres como el de Eneko Llanos, Virginia Berasategi o Maribel Blanco.
Más de 1.800 participantes
En 2008, año de los Juegos Olímpicos de Beijing, Embunman reunió a 1260 participantes en el larga distancia y 600 más en la corta. A pesar del mal tiempo la carrera se lleva a cabo, aunque se produjeron más de 110 abandonos durante el descenso del Izoard.
Un palmarés muy español
Aunque se trata de un triatlón francés, a los españoles nos resulta complicado no sentirnos orgullosos cuando hablamos de esta prueba. Y es que hay un nombres propio que suena con mucha fuerza en tierras galas: Marcel Zamora.
El triatleta catalán, uno de los referentes de larga distancia en nuestro país, es el hombre que más victorias atesora en Embrun. Nada más y nada menos que seis son las veces que Zamora ha saboreado el triunfo en los Alpes (2009, 2010, 2012, 2013, 2014, 2017).
Además, Félix Rubio Martínez, logró otras cuatro victorias previamente (2001,2002,2004,2005).
En cuanto a mujeres, otra catalana, Judith Corachán, se hizo con su primer triunfo en la última edición de 2019 consagrándose en la distancia.
Embrunman 2021
El triatlón de Embrun se lleva a cabo la segunda semana de agosto de cada año. En 2020, como muchas otras pruebas, Embrunman se canceló debido a la pandemia del COVID 19, pero ya tiene fecha para 2021.
La que será su 37ª edición dará el pistoletazo de salida el 15 de agosto de 2021. Las inscripciones se abren el próximo 15 de diciembre y parten desde los 400 €, un precio que subirá en mayo de 2021 y llegará a situarse hasta en 500 €.
