Arrancamos pretemporada y llegan las primeras molestias. Esos dolores que casi te impiden andar, sentarte o alargar el brazo para coger algo. Volvemos a correr, a meter sesiones de fuerza, a subir los metros en las sesiones de piscina y cuando llega ese dolor muscular surge una pregunta: ¿es bueno tomar ibuprofeno para las agujetas?
¿Qué son las agujetas?
Básicamente se trata de roturas de microfibras musculares que pueden provocar molestias y tirantez tras el ejercicio físico cuando el cuerpo todavía no está acostumbrado. Se trata de un dolor que aparece entre 24 y 72 horas después de la actividad y depende de la intensidad de este: a mayor dureza, más tiempo de recuperación y mayores molestias.
Si las agujetas han decidido hacerte compañía es posible que empieces a notar rigidez, hinchazón, falta de movilidad, disminución de fuerza y hasta hipersensibilidad en la zona afectada. ¿Y no puede tomar ibuprofeno para quitar agujetas? Quizá creas que sí, pero no te lo recomendamos.
Ibuprofeno y agujetas: mejor no
Los antiinflamatorios se han convertido en un recurso demasiado habitual entre los deportistas. Esto es debido a su accesibilidad: se pueden encontrar en cualquier farmacia sin necesidad de receta. Por eso es habitual que muchos deportistas acudan ibuprofeno o paracetamol para las agujetas.
Sin embargo, un uso indebido de estos medicamentos pueden suponer más perjuicio para nuestra salud que beneficio. Desde úlceras de estómago hasta insuficiencia renal, pasando por hipertensión.
Además de esto, encontramos varias publicaciones científicas que hablan de la incompatibilidad del ibuprofeno y el ejercicio físico. Por un lado sabemos que el ibuprofeno agrava el daño intestinal provocado por el propio ejercicio. (Van Wijck K, Lenaerts K, Van Bijnen AA, Boonen B, Van Loon LJ, Dejong CH, Buurman WA. Aggravation of exercise-induced intestinal injury by Ibuprofen in athletes. Med Sci Sports Exerc. 2012).
El ibuprofeno aumenta los niveles de creatina quinasa y urea, enzimas que indican daño muscular agudo
Por otro lado, se ha demostrado que el ibuprofeno no es un tratamiento apropiado para el dolor y daño muscular de aparición tardía. De hecho, consigue el efecto contrario: aumenta los niveles de creatina quinasa y urea, enzimas que indican daño muscular agudo (AE Donnelly ,RJ Maughan ,PH Whiting. Effects of ibuprofen on exercise-induced muscle soreness and indices of muscle damage. Departamento de Medicina Ambiental y Ocupacional, Facultad de Medicina de la Universidad de Aberdeen, Reino Unido.)
Entonces, ¿para qué sirve el ibuprofeno? Bien, hay que tener claro que en ninguna circunstancia el ibuprofeno cura las agujetas. Lo único que consigue es aliviar el dolor, pero en ningún caso repara el daño muscular. Hasta aquí bien, dado que nunca está de más un alivio. El problema, como hemos visto, son sus posibles efectos secundarios.
Pero aún hay más: este medicamento también produce riesgo de deshidratación y altera el proceso natural de reparación muscular, consiguiendo que la adaptación no sea la misma y elevando el riesgo de lesiones.
A sabiendas de todo esto, ¿existen alternativas más saludables? Por supuesto. En primer lugar podemos tratar de prevenir las agujetas y, si se llegan a ser más listas que nosotros, siempre podremos combatirlas con otros remedios que no sean ibuprofeno.
¿Cómo prevenir las agujetas?
Es cierto que en muchas ocasiones se trata de algo casi inevitable, pero hay una serie de consejos y pautas que nos pueden ayudar a librarnos de esos dolores musculares:
- Realiza un buen calentamiento: activa los músculos cuidadosamente antes de pasar a la acción. Así podrán adaptarse progresivamente y no sufrirán demasiado.
- Lleva una planificación progresiva: tanto la intensidad como la duración deben de ir de menos a más. Arrancar a tope o con grandes volúmenes sólo nos traerá problemas. Y puede que mucho peores que unas simples agujetas.
- Estira siempre después de entrenar: del mismo que empiezas de forma progresiva, de menos a más, acaba de más a menos. Los músculos tienen que volver a su estado natural poco a poco.
- Cuida tu hidratación y alimentación: estar bien hidratado y tener los depósitos de glucógeno llenos, dejará a nuestros músculos en mejores condiciones para enfrentarse al ejercicio. El calcio o el potasio son ideales contra los calambres y agujetas.
Remedios contra las agujetas
Si has seguido nuestros consejos, pero aún así las agujetas han llegado a tu vida, habrá que poner algún remedio de por medio. Porque la vida con agujetas, no es vida. Aquí van unas cuantas soluciones:
- Come alimentos antiinflamatorios: algunos estudios sugieren que se puede aliviar el dolor muscular comiendo alimentos ricos en antioxidantes Prueba con la piña, el salmón, el brócoli, las setas o el jengibre.
- Toma suplemento antioxidantes: la vitaminas C y E, el magnesio, la curcumina o el Omega 3 son ideales.
- Alterna el calor con el frío: las terapias de contrataste, al igual que en otras lesiones, pueden aliviar el dolor. Prueba con hielo, compresas de calor o baños de agua fría y caliente.
- Estira aún más.
- Realiza ejercicio suave: si tienes agujetas es probable que tus músculos estén como piedras. El ejercicio suave aumenta el flujo sanguíneo y disminuye el dolor.
- Date un masaje: aprovecha la excusa y saco un hueco para visitar a tu fisio.
- Tira de remedios caseros: agua con zumo de limón, una pizca de azúcar y bicarbonato sódico. Sencillo, rápido y efectivo. Puede usarlo como bebida durante o después del ejercicio.
Foto de portada: As