El pasado sábado, la localidad británica de Barrowford, en el condado de Lancashire, dio salida a la conocida como Podium 5k. La prueba de 5k en ruta que, en su edición anterior, ocupó muchas primeras planas en los medios especializados de triatlón, ha vuelto a ser noticia este 2021.
En agosto de 2020, el joven Alex Yee, uno de los hombres que pelea la plaza olímpica junto a Alistair Brownlee, marcó un registro estratosférico de 13:26. Yee se quedó a tan sólo seis segundos de la victoria y estableció la mejor marca de 5k conseguida por un triatleta.
Aunque esta nueva edición no contó con la presencia Alex Yee, volvimos a ver a varios triatletas británicos repitiendo participación y probando su estado de forma de cara a las primeras competiciones interancionales.
Jonny Brownlee a seis segundos del podio
El menor de los Hermanos Brownlee no puedo mejorar su registro del pasado curso, que este año le hubiera valido problablemente para subir al podio. El británico cruzó la meta con un tiempo de 13:52, seis segundos más lento que en agosto de 2020, cuando corrió en 13:46 y acabó con una 8ª plaza.
Jonny fue 4º, a seis segundos del tercer hombre Andrew Heyes, y a 13 segundos de Tom Mortimer, vencedor de la prueba.
Quien tampoco mejoró su registro fue el triatleta Grant Sheldon. Otro de los hombres que ya había corrido en 2020 cruzó la meta en 7ª posición, mejorando su 9ª plaza del año pasado, con un tiempo de 13:55, cuatro segundos más lento que la anterior edición.
Beth Potter logra el mejor registro de 5k femenino de la historia
Sin duda la gran noticia del fin de semana fue la carrera de Beth Potter. Tan sólo una semana después de haber logrado la victoria en la Super League Triathlon de Londres, la británica consiguió parar el crono en Lancashire en 14:41.
La marca lograda por Potter supone el mejor registro de la historia para una mujer en un 5k en ruta, superando el récord del mundo actual establecido en 14:43 por Beatrice Chepkoech. Ni la propia triatleta conseguía creerse su gesta: «¿Alquien puede decirme lo que acaba de ocurrir, por favor?», escríbia en su Instagram al poco de terminar la prueba.
Sin embargo, tal y como ha explicado World Athletics en sus redes sociales, «es poco probable que se ratifique porque no se cumplieron todos los criterios necesarios». Para convertirse en récord del mundo la prueba debería haber reunido una serie de características que van desde la precisión del recorrido, el desnivel entre la salida y la meta o la presencia de oficiales antidopaje.
Aunque no hay dudas respecto a la distancia del circuito, el resto de requisitos no se cumplen en totalidad, por lo que la marca de Potter no será oficial.
Cabe mencionar que, hasta 2016, Potter había sido atleta a tiempo completo, llegando a participar incluso en los Juegos de Río, tras los que decidió dar el salto al triatlón. Sin embargo, la británica ha demostrado una mejora increible en este último año.
En 2020, también en esta prueba, la triatleta había registrado su mejor marca de 5k ganando la prueba con 15:24. Por lo que el crono del sábado pasado le supone una rebaja de 43 segundos en ocho meses.