Mientras se debate en redes y en portales especializados en triatlón por la mejor manera de reducir el drafting en las competiciones – salidas masivas o rolling start, tipos de circuitos, número de inscritos -, James Elvery ha creado un software/hardware para acabar con “los chupa-ruedas”.
Aunque no en la misma medida que ahora, seguramente debido al número de participantes, el drafting en pruebas en las que no estaba permitido siempre ha existido. Por esto, desde hace 8 años, el ex-triatleta profesional James Elvery ha estado desarrollando el Race Ranger para intentar ponerle fin a este problema.
Hace un par de meses ya hablamos de él tras su anuncio, pero no sabíamos como funcionaba ni cómo iba a acabar con el drafting exactamente. Ahora, gracias a Tim Heming, quien ha estado presenciando una demostración, ya lo sabemos.
Un sistema de luces como solución al drafting
De una manera sencilla, consiste en un sistema de luces instaladas en la parte trasera y delantera de la bicicleta que alerta a los triatletas y jueces cuando un deportista se acerca a menos de 12 m, 20 m o los que la prueba indique en su reglamento. Estas dos luces se comunican a través de banda ultra ancha y bluetooth, prácticamente a la velocidad de la luz y con una precisión de pocos centímetros.
Al principio de que un triatleta se acerca a otro, no aparece ninguna luz en los sensores. Cuando pasa a estar entre 18 y 15 metros, una luz roja empieza a parpadear. De los 15 a los 12 metros la luz roja se queda fija. Una vez dentro de la zona prohibida, la luz pasa a ser azul. Esta luz azul parpadea cada 5 segundos para que el triatleta que está adelantando sepa el tiempo que está tardando, normalmente lo legal son 25 segundos.
Sanciones más objetivas
Aparte del aparato, James Elvery también ha creado una interfaz que permitirá ver a los jueces el tiempo y las veces que ha estado cada triatleta dentro de la draft zone, ayudando así a aplicar sanciones de una manera más objetiva.
De momento sigue utilizándose únicamente a modo de prueba en pruebas de Nueva Zelanda, país donde ha sido originado, pero parece que cada vez está más cerca el momento de su inclusión en triatlones de todo el mundo de manera oficial.
¿Quién tendrá que comprarlo?
Lo que aún no sabemos y ya ha generado debate, es si serán las propias pruebas las que tengan que adquirir o cada triatleta se tenga que comprar el suyo, si será solo para los profesionales o para cualquier triatleta. Lo que sí sabemos es que si todo funciona como dicen, será una gran ayuda para paliar este problema.