Si todo transcurre según lo previsto Sebastian Kienle volverá a la competición en Challenge Davos. La franquicia alemana espera abrir su año en la pequeña ciudad suiza el próximo 29 de agosto; en una carrera que, a día de hoy, cuenta con todos los permisos necesarios.
Mientras llega el momento “Sebi” se recupera de una fractura de clavícula que sufrió a finales de junio mientras entrenaba en bici en St. Moritz. En una entrevista concedida al diario alemán Neues ha hablado sobre su recuperación, la situación actual del triatlón e, incluso, de fútbol.
Challenge Davos primer objetivo para Sebastian Kienle
“He estado de nuevo en el agua, pero aún no puedo nadar con intensidad”, explica Kienle, que volvió a la piscina apenas dos semanas después la fractura. También hemos podido verlo entrenando a pie, y es que en menos de un mes el alemán se enfrentará a su primera prueba de la temporada.
“Ya ha habido eventos deportivos en Suiza”, dice el triatleta. Sin embargo, aunque la carrera cuenta con la aprobación, se muestra cauteloso y asegura que todo puede cambiar de un día para otro.
“Espero que pueda llevarse a cabo, entonces seguramente habrá más carreras”. De ser así asegura que será con grupos de edad: “O es con aficionados o no lo es. Es cien por cien seguro que no habrá una carrera profesional pura, no vale la pena para ningún organizador”.
De competir en unas semana Sebastian Kienle no sería el primer PRO en hacerlo. El pasado fin de semana Patrik Nilsson ganó el Thor Beach Triathlon, una prueba danesa donde también se hizo con la victoria Camilla Pedersen en categoría femenina.
La crisis del Coronavirus en el triatlón
El medallista en Kona sigue viendo el “medio lleno” y afirma que Alemania la situación es mejor que en España (Kienle estuvo entrenando en Fuerteventura en junio).
Sin embargo asegura que la crisis del Covid hará más fuertes a los fuertes y más débiles a los débiles. “En el triatlón, la mayoría de los profesionales sólo ganan dinero si logran las clasificaciones apropiadas. A nadie se le paga por el entrenamiento”, apunta sobre la situación por la que pasan los triatletas profesionales.
En cuanto a una posible discriminación lo tiene claro: “El fútbol es parte de la vida diaria de un número increíble de personas. La demanda crea presión sobre los políticos, pero no tengo la impresión de que las reglas se estuvieran torciendo por esto”.
Otra gallo cantaría si en otoño los aficionados pudieran visitar los campos fútbol y los triatletas no pudieran correr. “Entonces habría un doble rasero”, señala Sebastian Kienle.
IRONMAN, Challenge y el valor deportivo
“Un ambiente de paz y alegría entre los organizadores sería el ‘escenario’ para nosotros” responde Sebastian cuando se le pregunta por la lucha de poder entre IRONMAN y Challenge.
“La única razón por la que a los triatletas nos va bastante bien en este deporte es que hay una alternativa”, explica. Precisamente esa capacidad de decidir es la que le lleva a buscar la excelencia. Cuenta el alemán que el valor deportivo de una prueba es un factor clave en esa decisión. Sería más fácil buscar un dorsal allí donde la victoria está más cerca, pero él lo tiene claro: “A menudo miro lo que está haciendo Jan Frodeno, luego trato de encontrar un lugar allí porque ofrece el mayor atractivo deportivo”.
A sus 36 años Sebastian Kienle creé que la oportunidad de volver a ganar Hawaii volverá a cruzarse en su camino. “Es un objetivo difícil pero realista. El año pasado noté que aún puedo mejorar en todas las disciplinas”. Ojalá vuelva a hacernos disfrutar el próximo año en Kona.