Tanto para triatletas como ciclistas, el invierno es una época crucial a la hora de rendir bien más adelante en época de competiciones, ya que realizar un buen entrenamiento base aquí, nos ayudará a obtener grandes resultados ese año.
Es bastante común ver durante esta época historias en Instagram de ciclistas profesionales o triatletas de la talla de Sebastian Kienle o Jan Frodeno, practicando esquí de fondo, de travesía o skimo. Esto, aparte de porque mola mucho, tiene muchos beneficios que os vamos a explicar a continuación y por eso vemos que no paran de practicarlo.
Bajo impacto
El esquí de fondo es lo más parecido a un horno industrial a la hora de quemar calorías (una persona en forma puede quemar hasta más de 1000 calorías por hora), pero uno de los mejores y más queridos beneficios de esta forma de este deporte en comparación con otros, es el factor de su bajo impacto. El esquí de fondo es de bajo impacto, por lo que es una excelente opción de entrenamiento cruzado, ya que el riesgo de lesionarse es muy bajo (siempre que se haga con una buena técnica).
Mejora nuestro ritmo aeróbico
El esquí de fondo o esquí de travesía son modalidades que nos permiten mantener un ritmo aeróbico durante un largo periodo de tiempo y de manera controlada. Puedes fijar un límite de pulsaciones y esto es perfecto para largas sesiones de entrenamiento tranquilo que marcará la base de cualquier ciclista.
Mismos músculos que en el triatlón
Al mover brazos y piernas, trabajamos tanto el tren inferior como el superior y entre todo eso, muchos músculos que también utilizamos a la hora de practicar triatlón, como los glúteos, isquiotibiales y cuádriceps, los cuales utilizamos principalmente en bici o en la carrera, o pectorales, tríceps y deltoides en la natación.
Altitud
Para practicar el esquí es necesario que haya nieve y eso en un país como España es prácticamente un sinónimo de practicarlo en altura, con todos los beneficios que conlleva.