Parece ser que, de una vez por todas, IRONMAN ha decidido «dar la cara«. La multinacional más poderosa del mundo del triatlón está enfrentando la crisis mundial de COVID 19 con una gestión cargada de polémica. Y es que, la forma de hacer las cosas de IRONMAN no está gustando mucho en el mundillo.
Sus cancelaciones de última hora, así como sus nada fáciles políticas de devolución, le han granjeado algunos enemigos a la compañía. Aunque algunos triatletas no lo manifiesten en público, el descontento es generalizado.
Sin embargo, meses después y tras varias polémicas, IRONMAN ha dado un paso al frente. Tras la cancelación de IRONMAN 70.3 Texas la semana pasada, a falta de cuatro días para la prueba, y el aluvión de críticas, la empresa ha anunciado que no habrá más eventos en Estados Unidos en lo que queda de año.
Un cambio dramático de la situación
«A pesar de haber tenido eventos seguros y exitosos en algunos lugares solo unas semanas antes, el cambio dramático de las condiciones, particularmente en Arizona, Florida y Texas, ha cambiado la capacidad de organizar eventos de manera responsable», explica el comunicado.
En las últimas semanas IRONMAN ha cancelado eventos en Arizona (IRONMAN Arizona, Rock ‘n’ Roll Arizona), Florida ( IRONMAN 70.3 Florida – Haines City), Tennessee (Rock ‘n’ Roll Nashville) y Texas (IRONMAN 70.3 Texas – Galveston, Rock ‘n’ Roll San Antonio).
“Con el aumento de las infecciones por COVID-19 en los Estados Unidos, no nos sentimos cómodos albergando más eventos en 2020”, ha señalado Andrew Messick, presidente y director ejecutivo de IRONMAN Group.
Messick ha mostrado su confianza en las pautas de IRONMAN para el regreso seguro a las carreras y asegura que éstas protegerán a los atletas, voluntarios y personal. Sin embargo, el ejecutivo apunta que «el entorno de salud pública en este momento no es propicio para ningún tipo de reuniones masivas«.
La compañía ha decidido cancelar todo el calendario Estadounidense y esperar para «estar nuevamente en acción para 2021 con eventos que sigan pautas y recomendaciones consistentes con las expectativas establecidas por las entidades de salud pública y nuestras comunidades raciales ”.