Seguramente que cuando empezaste a montar en bici bastaba con una cierta duración una cifra de cuántos kilómetros para valorar cuánto de duro había tenido cada entrenamiento. Pero conforme crecemos como deportistas vamos descubriendo nuevas métodos y herramientas para medir nuestro rendimiento, nuestro esfuerzo, nuestras cargas. Y, al final, acabamos siendo amigos de una infinidad de números. Uno de esas cifras es la que nos devuelve la Potencia Normalizada, Normalized Power o NP. Un dato importantísimo en nuestros entrenamientos y carreras sobre el que hoy te explicaremos todo.
Concepto de potencia
Tal y como explica George Ganoung en TrainingPeaks, «para desarrollar la aptitud, un atleta necesita aplicar un estrés al cuerpo y luego, a través de la recuperación de ese estrés, el cuerpo se adapta y se vuelve más fuerte y es capaz de adaptarse a un estrés mayor en la siguiente ronda de entrenamiento».
La Potencia se mide en vatios (W) y su fórmula es: POTENCIA (W) = TRABAJO REALIZADO / TIEMPO
Ese estrés determinado está formado por varios componentes como son la intensidad, la duración y la frecuencia. Bien, la potencia es una de las vías para identificar la intensidad o, lo que es lo mismo, cuánto de duro ha tenido nuestra sesión. Gracias a la potencia obtenemos una medida objetiva muy directa del trabajo real que estamo haciendo.
La potencia normalizada en el ciclismo
La Potencia Normalizada es un dato que deriva de la Potencia Media. A diferencia de esta última, que únicamente mide los altibajos de un esfuerzo durante una duración determinada, la Potencia Normalizada compensa los cambios en las condiciones para obtener un dato más preciso de nuestro esfuerzo.
En otras palabras, la Potencia Media tiene en cuenta una resistencia constante. Pero eso dista mucho de la realidad que nos encontramos en una salida en bicicleta. ¿Qué pasa si nos encontramos con una subida o con viento de cara? Bien, aquí es donde entra en juego la Potencia Normalizada, que tiene en cuenta las variaciones de resistencia para proporcionar datos de potencia más precisos.
Potencia normalizada vs potencia media
Imaginemos dos sesiones de una hora de duración. La primera de ellas a un esfuerzo constante, sin variaciones del terreno, con una potencia media de 200 w. Esta sesión podría ser bastante fácil para un determinado ciclista.
Ahora, en la segunda sesión, nuestro ciclista se enfrenta a un recorrido de una hora en terreno montañoso donde ejecuta 10 intervalos cortos de 15 segundos a unos 350-400 vatios 15 segundos, recuperando un minuto fácil por debajo de 200 vatios.
Dos esfuerzos similares en cuanto a tiempo y potencia media pueden distar mucho entre sí en lo que se refiere su dureza fisiológica o sensación de esfuerzo real
Es probable que en esta segunda sesión, debido a los altibajos de potencia esta se compense y se promedie también en torno a 200 vatios. Pero entonces, ¿qué entrenamiento ha sido más duro?
Las «sensación» sin duda alguna será que la dureza ha sido mucho mayor en el segundo entrenamiento. Esta es mucho más difícil y deja al ciclista más fatigado y con necesidad de recuperación. Al contrario, el entrenamiento constante a 200 vatios puede incluso haber servido como sesión de recuperación.
Por eso debemos analizar la Potencia Normaliza, porque es lo suficientemente sofisticada como para determinar cómo de dura a nivel fisiológico es una sesión de entrenamiento en función de todas las variaciones.
La potencia normalizada y su relación con otras métricas
Además, debemos familiarizarnos con la Potencia Normalizada por su estrecha relación con otras métricas importantes en el mundo del entrenamiento de deportes de resistencia. El TSS o Training Stress Score es uno de los indicadores de carga más habituales a día de hoy y este se sirve de la Potencia Normalizada y del FTP o umbral de potencia funcional.
Otro parámetro con el que se relaciona es el Factor de intensidad (FI). Aquí se divide la Potencia Normalizada (NP) entre el FTP para relativizar la intensidad con el estado de forma. Una manera ideal de cuantificar la intensidad en función de cada ciclista.