«Han sido algunos de los meses más duros para mí mentalmente, sin saber si podré competir al más alto nivel de nuevo, pero mantendré el ánimo alto y haré todo lo posible para volver a competir», confesaba Richard Murray el pasado 9 de mayo, Ahora, algo más de un mes después, el triatleta sudafricano ha pasado por el quirófano para tratar de poner fin a la fibrilación auricular que se le diagnosticó.
Se trata de una afección cardíaca (la arritmia más frecuente) que afecta al ritmo normal del corazón: el tiempo entre latido y latido es desigual. Hace un mes, Murray se mostraba esperanzador: «Muchos atletas de élite lo han tenido y espero que podamos arreglarlo o al menos tener tiempo para la línea de salida en Tokio este año«, escribía el campeón del mundo de duatlón en Instagram.
Sometido a una ablación de corazón
Hace dos días, en su cuenta de Twitter, Murray comunicaba que pasaría por quirófano. «Mañana me someteré a una operación de ablación en mi corazón. Espero que esto ayude y estoy muy feliz de poder hacerlo«.
Básicamente, la operación de operación, Richard Murrayconsiste en crear cicatrices en algunas zonas del corazón involucradas en los problemas de ritmo cardíaco. Gracias a esto se pueden evitar que se produzcan esas arritmias.
«Veamos que es posible», continuaba el sudafricano, aunque parece que ahora la cita olímpica se aleja. «Sé que mis posibilidades de hacer Tokyo 2020 son casi ninguna«. De poder llegar a Tokio, a sus 32 años, Murray, uno de los mejores hombres sobre distancia olímpica de los últimos años, disputaría los que serían sus terceros Juegos Olímpicos.
Uno de los grandes triatletas de los últimos años
A lo largo de su carrera acumula numerosas victorias y podios en Series Mundiales y Copas del Mundo, habiendo sido uno de rivales más duros en las últimas temporadas. Además, estuvo en Londres 2012, donde fue 17º, y en Río 2016, donde se quedó a las puertas de las medallas con un 4º puesto.
Ayer, tras la operación, Richard Murray varios Stories en su cuenta de Instagram donde agradecía el apoyo y daba cuentas de que todo había salido bien. Hasta se atrevía a bromear: «Estoy vivo. Incluso ya comí helado«.
Ojalá que Richard se recupere pronto y pueda volver lo antes posible a estar en el lugar que merece, en la pomada del triatlón mundial peleando con los mejores.