Emilio Aguayo: «Para ser deportista profesional tienes que ser un competidor nato»

Si todo hubiera transcurrido con normalidad en este 2020, Emilio Aguayo estaría a poco más de un mes de cumplir un sueño: tomar la salida en el campeonato del mundo de IRONMAN de Kona. Pero tendrá que esperar. En un principio, esta edición, la que sería la número 42, se pospuso debido a la situación del COVID-19 y tiempo más tarde se canceló de manera definitiva. «Espero que pueda ser en 2021, pero si no puede ser, será en 2022 e intentaré llegar lo más en forma posible», afirma el triatleta del ANb, que tiene claro cuál es su gran objetivo deportivo.

El triatleta valenciano tendrá su oportunidad, si nada lo vuelve a impedir, en octubre del próximo año, más de un año después de la victoria que le abrió las puertas de Hawaii. «Tuve buenos resultados en mi debut en distancia IRONMAN y también en mi victoria en Wisconsin«, explica, «pero realmente creo que estuve lejos de rendir al nivel al que estaba entrenando«. Pese a debutar en Lanzarote con un 3ª plaza y ganar, meses más tarde, en la que era su segunda incursión en la distancia, en IRONMAN Wisconsin, Emilio asegura haber pagado la falta de experiencia en larga distancia.

Ahora, en un año atípico para todos y con Kona en el horizonte, Emilio nos cuenta cómo le están yendo las cosas estos meses y cómo se plantea su futuro cercano para llegar a Hawaii el próximo año en las mejores condiciones posibles.

Un competidor nato

Pese a la incertidumbre, estas semanas no se alejan de las de una «pretemporada invernal». «Yo soy un deportista al que le encanta entrenar y, realmente, a nivel motivacional, mis semanas no están siendo muy diferentes«, explica el valenciano.

«Para ser deportista profesional tienes que ser un competidor nato y a mí me encanta competir»

Dice continuar entrenando «a gusto y sin presión», y no pierde la esperanza de volver a saltar al agua con la bocina este año. «Para ser deportista profesional tienes que ser un competidor nato y a mí me encanta hacerlo«. Por eso reconoce que se le ponían los dientes largos el fin de semana pasado con el Campeonato de España Sprint en Pontevedra: «Me hervía la sangre por volver a ponerme un dorsal».

Lo que sí que ha cambiado, y mucho, para él, es el día a día. Desde la llega al mundo de Balú, su hijo, el pasado mes de abril la vida ha ido «a mejor». «Descansas menos y tu rutina se adapta a la del bebé, pero no cuesta, todo lo contrario«, explica el Bisonte, para quién el día a día ahora es muy gratificante.

A su gran espíritu deportivo le acompaña el apoyo de Natalia, su chica: «Es una madraza de los pies a la cabeza y con ella es todo mucho más fácil«, asegura. También reconoce contar con la ayuda de los abuelos, que «se mueren de ganas por pasar tiempo con él», por lo que no hay problema por entrenar lo que toca.

A la espera de pruebas

«Estoy apuntado prácticamente a todas las pruebas«, nos cuenta Emilio, al que siempre se le ha dado muy bien correr en territorio nacional. El año pasado lo pudimos ver en los podios de Ibiza y Pálmaces o en lo más alto del cajón en en Xilxes y Buelna. De confirmarse pruebas como Sevilla, Ibiza, Bilbao o Peñíscola seguro que volveremos que a verlo pelear por las primeras plazas.

Donde sí que estará, salvo sorpresas, será en KOA Distance. Se trata de un medio ultraman no competitivo que se celebrará en su tierra, Valencia, los próximos 9, 10 y 11 de octubre. «Con las pocas carreras multitudinarias que quedaban suspendiéndose (como es lógico). Tenía que buscarme un nuevo objetivo para mantenerme motivado … ¡y lo he encontrado!», publicaba a finales de julio en sus redes.

En términos generales el Bisonte se muestra muy positivo: «Aunque la situación esté resultando difícil, tanto económica como de caos general, lo estoy llevando bastante bien». Emilio tiene la suerte de contar con todo el respaldo y el apoyo de sus sponsors y su equipo, el ANb Triathlon Team. Por ello, pese a los problemas económicos de los que han hablado otros deportistas, el se muestra «tranquilo». Sí que reconoce que ha inevitablemente tendrá que renunciar a la posibilidad de bonus económicos por resultados: «al no competir, no voy a cobrar». Sobre el futuro se muestra optimista y confía en que su plaza para Kona sea un seguro para que continúen apoyándolo.

El camino de Emilio Aguayo hasta Kona 2021

El calendario y la evolución de la pandemia determinarán el calendario de Emilio Aguayo en los próximos meses. El discípulo de Jaime Menéndez de Luarca tiene pendiente concretar el itinerario a seguir junto a su entrenador, pero ya tiene idea de por dónde irán los tiros.

“En principio descansaré en noviembre/diciembre y después intentaré ir una temporada larga a Lanzarote en enero/febrero”. En la isla quiere asentar los pilares de la temporada para después “competir algo en mayo/junio”. La intención es no llegar a Kona en blanco, sino hacerlo con alguna competición en las piernas. Pendiente de determinar está la modalidad: “No sé si full Ironman o half”, explica el triatleta.

Por delante queda un año de mucha incertidumbre y, sobre todo, de mucho trabajo. Ojalá las cosas evolucionen positivamente, el camino sea llevadero y Emilio cumpla su sueño de cruzar la meta junto al Pier en Kona. Desde aquí, las mayores de las suertes.