“Lo que la gente realmente no entiende es que con 10 años era tan serio en mi entrenamiento como lo soy ahora”, asegura el nuevo campeón olímpico de triatlón. Sin duda alguna, la determinación ha sido uno de los puntos fuertes que ha llevado a Kristian Bluemmenfelt a lo más alto del podio en Tokio 2021.
La marca de ropa Trimtex, encargada de vestir a Kristian y al resto de la selección noruega, sacaba un vídeo a principios de mes pasado en el que el atleta y uno de sus técnicos explicaban las claves que han convertido al noruego en uno de los mejores triatletas del mundo.
«En 2020 le dije a un periódico local que iba a ganar la medalla de oro en 10 años«, cuenta el Bluemmenfelt. Poco más de una década después, el triatleta ha hecho realidad algo en lo que ha estado pensado «básicamente todos los días de mi vida».
Sierra Nevada, uno de los lugares más hermosos del mundo para entrenar
Al trío noruego le hemos podido ver en La Nucía, en Pirineos, en Portugal, en Sierra Nevada…Pero si tiene que elegir, Kristian lo tiene claro: «Para mí, Sierra Nevada es uno de los lugares más hermosos del mundo para entrenar».
«Básicamente eres tú en las montañas», explica el noruego. Y así se siente cada vez que se desplaza con el resto de sus compañeros y equipo técnico a tierras andaluzas. «Amo hacer esto dos veces al año». La primera, al comienzo de la temporada, cuando los noruegos tratan de sentar las bases para un duro invierno; la segunda en la primavera, justo antes de que arranque la temporada.
La última concentración allí antes de los Juegos de Tokio fue su 12ª. «Me siento como en casa», dice. «Parece una prisión, pero para mí no es una prisión. Soy yo contra la montaña, es libertad para mí, bajando a alta velocidad, jugando con la bicicleta, jugando con la naturaleza«.
Blummenfelt destaca también la simplicidad. «En bici es básicamente bajar y después volver hacia atrás, no tienes que pensar la ruta, sólo escalar», cuenta. «Se trata sólo entrenar, por eso me encanta«.
Entender cómo funciona el cuerpo
«Hacemos muchas pruebas para asegurarnos de que obtenemos los resultados que queremos«, explica Olav Aleksander Bu, científico deportivo y uno de los entrenadores de Norwegian Triathlon.
La fisiología y la tecnología emergentes son otras de las claves del rendimiento de Kristian Blummenfelt y el resto de su selección. ¿Cómo las aprovechan? Tratando de buscar siempre nuevas ventajas competitivas. «Se trata sólo de ver hasta dónde podemos llevar los límites del rendimiento humano«, dice Aleksander.
Pero los noruegos no están entre los mejores del mundo sólo por unos resultados en unos test de los que pueden presumir. Si no porque, gracias a esos resultados, comprenden mejor que nadie cómo está funcionando el cuerpo para poder mejorar los resultados en la competición.
Olav Aleksander explica también la razón que lleva al equipo de Noruega a concentrarse en altura: tratar de aumentar la masa de hemoglobina en sus atletas. «En la élite, el principal limitador es no tener suficiente oxígeno en los músculos como para aumentar la potencia aeróbica«. Por eso viajan a Sierra Nevada, para conseguir lo que todos quieren: «Aumentar la masa de sangre que es capaz de llevar oxigeno a los músculos.»
La importancia de medirse
Asegura Aleksander que la velocidad es lo único que importa y que esta se compone de dos aspectos: el psicológico –la voluntad para empujar y cavar- y la parte fisiológica –como se produce esa velocidad a lo largo del tiempo-.
Para entender cómo sucede esto último hace falta medirse, dividir todas esta cosas en pequeños pedazos y ver dónde están las cosas en las que se puede trabajar. «Máscara de oxigeno, lactato, sensores de oxígeno muscular, son básicos para entender como se pasad de energía biomecánica a velocidad«, explica el científico deportivo.
La determinación de Kristian Blummenfelt
Cuenta el triatleta noruego que su familia nunca tuvo tradición atlética. El llegó al triatlón gracias a que empezó a nadar desde pequeño. «No era el mejor nadador y siempre estaba tratando sobrevivir con el resto del equipo«.
Kristian tuvo la suerte, asegura, de estar en el equipo de uno de los mejores nadadores del país que luego se convertiría en campeón del mundo. «Ver a mis compañeros de equipo compitiendo en el campeonato del mundo y luego de vuelta en la piscina haciendo la misma sesión hizo que fuera más fácil creer en el viaje hacia la cima«.
El campeón olímpico se considera un deportista que «siempre he estado dispuesto a trabajar un poco más». No obtuvo grandes resultados desde pequeño y por eso creyó que no tenía el talento. «Eso me llevó a pensar que, para convertirme en uno de los mejores, tendría que trabajar más duro«. Y en eso se ha convertido su vida: «Es lo que me encanta hacer. Entrenar todos los días, esforzarme«, explica el triatleta, que asegura haber dejado de preocuparse por los resultados a corto plazo y empezar a preocuparse por los resultados a largo plazo.
«Lo que hace que Kristian se destaque de otras atletas es que es extremandemente determinado y está muy cerca de una máquina«, afirma Olav Aleksander. El científico lo explica así: «Puedes darle una tarea, el la ejecutará y, donde tal vez alguien cedería, él todavía intentará presionar un poco más». Blummenfelt no se detiene ante el fracaso, si no tiene éxito a la primera, lo intenta de nuevo.
El trabajo en equipo
«Creo que el trabajo en equipo forma parte de mi ADN«, cuenta Blummenfelt. Para el noruego, entrenar con algunos de los mejores atletas del mundo, hace que todo sea más fácil.
Sus objetivos, evidentemente, se centran a nivel individual, pero lo tiene claro: «La posibilidades de ganar una medalla son pequeñas, pero compartir la experiencia aumentará mis posibilidades y sus posibilidades«.
Vaya que si las aumentó.