Estamos en la recta final para los Juegos Olímpicos de Tokio. Faltan apenas dos semanas para la celebración de las pruebas individuales, tanto masculina (26 de julio), como femenina (27 de julio), y los 110 deportistas con plaza olímpica ultiman su preparación para la que será una de las carreras más importantes de su vida.
La gran mayoría de triatletas están dado los últimos toques a su puesta a punto junto a sus diferentes grupos de entrenamientos. Mientras algunos como Mario Mola y Anna Godoy han escogido las alturas de los Pirineos, otros, como Javier Gómez Noya han optado por el calor y la humedad de Cozumel.
También hay quien ha decidido terminar de engrasar la maquina compitiendo. Es el caso de la suiza Nicola Spirig y su compatriota Max Studer, que este domingo se hacían con la victoria en el Trans Vorarlberg Triathlon, un famoso triatlón situado en Austria, muy cerca de la frontera con Suiza.
Nicola Spirig, candidata una vez más a las medallas olímpicas
A sus 39 años, la doble medallista olímpica sigue siendo una de las mujeres a tener en cuenta. En lo que va de año la suiza ha ganado todo lo que ha corrido de manera individual, salvo el europeo sprint, donde fue 4ª a la diez segundos del podio.
Spirig, que en Tokio se convertirá en la única deportista de la historia que ha corrido cinco Juegos Olímpicos de triatlón, llega a tierras niponas como una de las serias candidatas a las medallas.
Este pasado fin de semana la campeona olímpica de Londres se impuso con solvencia en la distancia olímpica del Trans Vorarlberg Triathlon. Allí cruzó a meta con casi seis minutos sobre la segunda clasificada, la alemana Lena Berlinger.
Max Studer, un hombre a tener en cuenta
En categoría masculina la victoria fue para su compañero de selección, Max Studer. El campeón de Europa de triatlón sprint se impuso con más de cuatro minutos de ventaja sobre el austriaco Martin Bader. Studer ha demostrado también un gran estado de forma este año, logrando además del título continental, la plata en la Copa de Europa de Lisboa tras un intratable Kristian Blummefelt.