Permitidme recuperar y extender una valiosa reflexión que leí a los compañeros de Objetivo Triatlón a principios de semana. Creo que es muy nutritivo -y necesario- que, entre todos los que de alguna manera formamos parte de este deporte, contribuyamos a recoger y ampliar aquellas reflexiones que puedan ser valiosas para el triatlón.
Decía Israel que «posicionarse como una organización de referencia en nuestro país cada año está más complicado». Cuánta razón lleva, la competencia cada día es más dura. Nosotros ya lo comentamos en el vídeo de la previa sobre triXilxes, un evento de corta vida que en su séptima edición ha conseguido reunir a algunos de los mejores triatletas de nuestro país.
Y no sólo eso, sino que ha dado forma a una prueba a la que no le falta detalle alguno. Sara Pérez, Roberto Sánchez o Emilio Aguayo lo comentaron el pasado fin de semana: «en triXilxes se cuida al triatleta». Y hay más aún: un protocolo COVID que no deja nada hilo suelto, la ausencia de drafting -pero de verdad- o una retransmisión en directo muy a la altura de las circunstancias.
Renovarse o morir
Me siento afortunado de vivir esta maravillosa época de cambios de nuestro deporte. Es innegable que, de un tiempo, para acá, el triatlón ha ampliado sus fronteras en muchos sentidos.
La llegada de organizaciones como la PTO o Super League Triathlon ha supuesto un chute fresco para nuestro deporte y ha elevado la calidad y las exigencias de los deportistas y aficionados a otro nivel.
Espectaculares retransmisiones en directo, mayores premios económicos, creación de contenido de todo tipo…Instagram, por ejemplo, ahora juega en otra liga. Vemos increíbles diseños, contenido diferente de cada día, nos muestran detalles sobre los triatletas a los que antes no podíamos llegar.
YouTube se ha convertido en una mina de oro para el aficionado. Ahora podemos ver vídeos que nos muestran el día a día de muchos deportistas, algunas curiosidades sobre ellos o sus entrenamientos. Más allá de eso, las organizaciones están apostando por contenido de muchísima calidad, con documentales al más puro estilo cinematográfico. Lo ha hecho la PTO con Beyond Human y la Collins Cup o Super League con Invincible, sobre Vincent Luis
El nivel de las competiciones cada vez es mayor
A este proceso de cambio y evolución también ha contribuido la Pandemia. La ausencia de competiciones durante mucho tiempo ha obligado a los organizadores a buscar otro métodos para «mantenerse vivos» y al mismo tiempo ha supuesto un margen para reinventarse, por ejemplo, con nuevos formatos.
Hemos visto cómo Challenge ha apostado por nuevos formatos y distancias que han podido unir a los mejores del mundo de corta y larga distancia. También se ha tratado de llevar la retransmisiones del triatlón a otro nivel. La PTO ha creado la Collins Cup, una competencia sin precedentes.
Por otro lado, World Triathlon ha tomado nota de Super League y ha llevado el formato Eliminator a las Series Mundiales de Triatlón. Mientras tanto, la mejor liga de triatlón del mundo contraataca creando unas «Series Mundiales» propias: las Super League Triathlon Championship Series, un circuito de cuatro pruebas en diferentes ciudades del mundo.
Ahora que, tras mucho tiempo, todo parece que vuelve a la normalidad, el calendario se va llenando de un sinfín de competiciones que están desenado volver a dar la salida. Todas estas circunstancias hacen que el nivel de competencia entre los organizadores sea cada día más alto.
Los organizadores más pequeños recogen el testigo
Pero tenemos que hablar también de los organizadores más pequeños. En España, por ejemplo, las pruebas nacionales -o incluso regionales- están recogiendo el testigo del cambio. En lo que va de año hemos visto varias retransmisiones en streaming, algo que hasta no hace mucho era impensable.
Infinitri Peñíscola o triXilxes no han dado muestras de como dos organizadores, en teoría, pequeños, han sabido hacer los esfuerzos necesarios para avanzar con la corriente. Mientras tanto, puede que otras pruebas se queden por el camino.
La guía del triatleta de Tradeinn es digna de manual. No le falta detalle alguno y borra de un plumazo cualquier duda que pueda tener un triatleta. En cuanto al briefing, por ejemplo, hay planeadas varias proyecciones, en inglés y en español, con horarios diferentes, para adaptarse a todos los participantes.
¿Y quién gana? Gana el triatlón
Hay dos conclusiones claras en toda esta reflexión: por un lado queda claro que las competiciones deberán poner toda la carne en el asador para estar a la altura del nuevo triatlón. Y eso pasa por invertir y trabajar mucho y muy duro.
Por otro lado, y es la mejor de las noticias, gana el triatlón, ganamos todos. Los organizadores que dedican apostar fuerte por pruebas de calidad verán recompensados sus esfuerzos con la llegada de deportistas. Los espectadores salvaremos muchas barreras y podremos disfrutar mucho más de cerca de nuestra pasión, aunque estemos en casa. Los deportistas profesionales ganarán mayor visibilidad -también dinero-, así como las marcas que hay detrás de todo esto.
Pese a las dificultades del último año, el triatlón pasa por un buen momento.
Foto: @josecarlosmusa