A la gran mayoría de triatletas/ nadadores nos ha pasado el comprarnos unas gafas de natación, las más baratas o las más tope de gama, pero todas se nos han acabado empañando.
Esto, la gran parte de las veces, no es culpa de las gafas, sino nuestra. Casi todas las gafas hoy día vienen con una capa antivaho, la cual acabamos eliminando por hacer cosas que no tocan sin darnos cuenta. Por ejemplo, aplicar pasta de dientes/gel o pasar la lengua por el cristal.
6 trucos para evitar que se nos empañen las gafas de natación.
- No frotar el interior de las gafas con los dedos, la lengua, toallas o pañuelos.
- No utilizar limpiador de gafas, gel, champú o pasta de dientes. Productos como la pasta de dientes pueden dañar aun más las gafas al contener elementos químicos abrasivos. Se puede arañar el cristal y eliminar los tratamientos especiales de las gafas, como la protección UV o el tinte para el sol.
- Después de nadar, intenta aclararlas con agua del grifo o la ducha, ya que el cloro daña la capa antivaho.
- Evita ponerte las gafas en la frente entre serie y serie. Aunque no lo creamos, nadando sudamos y este sudor puede provocar que se sature el tratamiento antivaho.
- Aunque todo el mundo lo haga (nosotros incluidos), evita meter las gafas en el agua antes de ponértelas. Hay que intentar mantener el cristal de las gafas lo más seco posible.
- Si nada de lo anterior funciona, seguramente sea porque ya no hay capa antivaho. Para ello, la única solución es comprar un spray antivaho o echar algo de saliva, aunque esto último solo será una solución momentánea.
Os dejamos el vídeo donde lo explicamos todo a continuación.